martes, 25 de agosto de 2009

Si olvidara lo que ayer


En el interior se escuchaban sonidos que desconcertaban a los ocupantes que querían dormir. Los sonidos eran precisamente del interior de los estómagos vacíos y ante el desconcierto el gitano mostró su dureza pegándose los ojos con una línea de brea que colgaba del techo.
Ramón y Gauderio miraban en silencio y dejaron de mirarse porque también cerraron los ojos pero sin utilizar la brea.
Tatono salió afuera seguido por Recelo que no quería perderle pisada ante la posibilidad de que encontrara un hueso.
Pero no estaba en la intención del místico can tratar de calmar su apetito carnal sino todo lo contrario. Guiado por la luna llena llegó hasta un apestoso lugar donde alguna vez existió un basurero.
Desabrochándose el moño lo transformó en una estola para dignificar su tarea de predicar.
Acercándose a varios roedores, que mostraban también mucho apetito, comenzó a elevar una plegaria de recepción. Tal vez por diferencias de códigos o por contradicciones litúrgicas, el perro fue atacado por los miserables y escuálidos herejes.
La intervención de Recelo fue muy exitosa porque ladrando como lobo hambriento, solo le costo lo de lobo, pudo dispersar a los vándalos también hambrientos.
Desde su vapuleada condición Tatono gruño a quienes sostenían la vigencia de la fe de erratas,
Con el paso lento por las mordeduras de los roedores se apoyo en su compañero y emprendió el regreso.
A poco de llegar se paralizaron por una luz que se detuvo frente a la puerta del rancho.
De una vieja camioneta vieron descender una sombra y comprobaron que la luz no era mas que el único farol del vehiculo que funcionaba.
Se acercaron rápidamente temiendo lo peor pero se equivocaron, aun no llegaba lo peor,
En el interior de la habitación la polaca Hanna despertaba a los tiros a los presentes que querían estar ausentes.
Inmediatamente sacudió a Peret que todavía tenia los ojos pegados, mientras miraban Ramón y Gauderio que no habían podido pegarlos por los ruidos de estómagos y gruñidos de ratas.
La mujer se tocó el vientre y dejando a un lado la escopeta le dijo al gitano que venia a casarse para evitar el escarnio de ser madre soltera.
El gitano buscó la escopeta y quiso ponérsela en la boca pero fue interceptado por Tatono que mordió primero la culata y por Recelo que siguió con el banquete de madera que olía a fiambres.
El estupor era total pero lo primero que preguntaron era si traía comida y después como hizo la mujer para dar con ellos.
Hanna saco un trozo de longaniza y dijo que el comisario había sido el informante pero nadie escucho porque la batalla por un pedazo de comida fue atroz.
Tatono quiso bendecir lo que ya estaban deglutiendo pero para después las oraciones para no perder porción.
Hanna se recostó en único sillón y pregunto a los gritos y que nombre le ponemos.
El gitano logro despegarse totalmente los ojos y susurro yo no tengo nada que ver.
A nadie le gusto el nombre y decidieron que mejor seria esperar hasta el nacimiento para saber el santoral.Tatono recupero la sonrisa y bendijo finalmente los restos de la longaniza pensando en el pan que podria venir bajo el brazo de algun gitanito.

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