jueves, 19 de julio de 2012
Argentinada
Ni país jardín de infantes ni republiqueta bananera.
Tampoco comarquita de veras.
Algo de un grupo bullanguero y ladino de mayorías infantiles que se niegan a reconocerse y crecer.
Barras-no tan bravas-que esperan el gol en el último minuto para festejar más la derrota del rival que la propia y agónica victoria.
Un rejunte de habitantes que se resignaron a querer saber "de que se trata" y no aceptan escarapelas mojadas por tiempo.
Minorías silenciosas que buscan la identidad que los supere como parias, guachos o mestizos.
Ni Nación granero del mundo, ni una cosecha que salva a todos, ni la tierra que eligieron los dioses para superarse.
El único dios que pasó fugaz,evitó la justicia de una mano y convirtió el tanto que nos agrando en la insuficiencia.
Ni cuna de crisoles,ni ramificaciones de un continente superior, solo la realidad de venir de los barcos con una mano atrás y otra adelante y mantenerlas en la actualidad para cuidar nuestras pertenencias.
Una sólida estructura de mafias, contubernios y poderes que se encargan de evitar que nadie saque los pies del plato,donde cada vez comen menos y se lavan las manos más.
Así "no te metás", el "yo argentino" que cautiva por menor esfuerzo sustenta el mito de que no habrá mas penas ni olvido.
Mientras tanto a 18 años,miles de rehenes de la historia que nos condena,no podemos ver condenados evidentes.
Y ante la obviedad de asegurar que "aun cantamos porque nuestros muertos quieren que cantemos" las voces se confunden y se transforman en gemidos que apenas rasguñan las piedras.
Parados frente a la realidad, jugando a la ruleta rusa con la impunidad que se extiende como red social, muchos nos rebelamos solo con la palabra que esta sola y espera.
El resto del ser nacional creciente, individualista y oscuro permanece en su quintita viviendo y viendo morir no sabiendo que siguen siendo soleados cogedores de sus propios culos.
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